jueves, 26 de noviembre de 2009

Manda Cojones

Que vivamos en un pais,(en un mundo), en el que la (mayormente asquerosa) prensa decida que han de pensar y saber las personas. Con alinearse en el bando de la "izquierda" o la "derecha" van que chutan con su gran fachada para vender mucho periódico y crearse un buen número de adeptos ineptos. ¿Que por qué digo esto, así, ahora? Pues por el simple motivo de que hoy hay una manifestación a las 19:00 de la tarde, de Cibeles a Sol, en contra de la gestión a la que tiene sometida la impresentable Esperanza Aguirre a la comunidad de Madrid, y no he visto en un un puto periódico ni en una puta televisón ni un mísero comentario al respecto. Se me viene a la mente, sin ir más lejos, el feto que tenían los cojones de poner de mosca los de esa innombrable televisión fascista (y orgullosa de serlo), aparte de toda la cobertura que diversas televisiones dieron al asunto de la manifestación del aborto, o la cara (insoportable) de María Dolores de Cospedal haciendo corrillo con unos agricultores de los que el poder sólo se preocupa cuando puede sacarles partido (en este caso, imagen).

Y es que menuda puta mierda de mundo. Porque tengo una hermana médico, que me trae de primera mano la información sobre como está pudriendo este gobierno a la sanidad madrileña, porque si no tendría la misma cara de idiota que quieren que se nos quede cuando nos sentamos a ver la tele y nos cuentan las gilipolleces que más les convenga contarnos.

Pues no señor. Seremos (seguramente) cuatro gatos, presumo, gracias a la cuasinula difusión que se ha dado a esta covocatoria. Pero allí estaremos para dejarle bien claro a Aguirre que hay quién no está dispuesto a que violen a la sanidad madrileña en secreto.

Hoy a las 19:00 en Cibeles. Por la sanidad. Por los médicos. Contra el puto gobierno regional de Madrid. Cojones.

PD: Y tirón de orejas, también, para los convocantes.


Más información aquí.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Microrrelatos: HOMBRES

EL HOMBRE JUSTO

El hombre justo era un fervoroso servidor de la justicia, y en su nombre aplicaba todo tipo de venganzas.

EL HOMBRE BUENO

El hombre bueno era tan bueno que un día la bondad le preguntó ¿Me dejas arruinarte la vida? y él contestó Si ese es tu deseo...

EL HOMBRE VIRTUOSO

El hombre virtuoso era un gran ejemplo a seguir, pero nadie le hacía ni puto caso.

EL HOMBRE POBRE

El hombre pobre sólo soñaba con ser un hombre rico.

EL HOMBRE RICO

No importa lo que se diga sobre el hombre rico. Él va a dormir igual esta noche.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La china de mis sueños

Se llama Yuja Wang, y hace unas cosas increíbles con las manos:




[La canción es "El Vuelo Del Moscardón", de Nikolái Rimski-Kórsakov]

viernes, 13 de noviembre de 2009

Introducing Ken Wilber

Un filósofo al que admiro, pero cuya tendencia budista no me va demasiado. No obstante, he de reconocer que, generalmente, todo lo que dice este hombre me resulta como mínimo interesante, y además, en muchos aspectos de mi pensar y mi razonar acerca de cuestiones filosóficas (o no) creo que estoy bastante influenciado por él.

Recomiendo su "Breve historia de todas las cosas" aunque es un libro completamente infumable (que me terminé por mera fuerza de voluntad).

Y si tenéis unos minutillos e interés, aquí os dejo una muestra de su pensar que se me antoja bastante interesante, ya que habla de ciencia y espiritualidad; dos cosas que creo no hace falta decir que generalmente vemos como opuestas:

(Aunque quizá para entenderlo (el video este) en su plenitud habría que conocer a qué llama Ken el lado superior derecho, inferior derecho, superior izquierdo e inferior izquierdo, pero empezaríamos a entrar en aguas demasiado profundas pa una mera muestra como esta)

domingo, 8 de noviembre de 2009

Cita

De José Saramago; La Caverna:

Verdaderamente son pocos los que saben de la existencia de un pequeño cerebro en cada uno de los dedos de la mano, en algún lugar entre falange, falangina y falangeta. Ese otro órgano al que llamamos cerebro, ese con el que venimos al mundo, ese que transportamos dentro del cráneo y que nos transporta a nosotros para que lo transportemos a él, nunca ha conseguido producir algo que no sean intenciones vagas, generales, difusas y, sobre todo, poco variadas acerca de lo que las manos y los dedos deberán hacer. Por ejemplo, si al cerebro de la cabeza se le ocurre la idea de una pintura o música, o escultura, o literatura, o muñeco de barro, lo que hace él es manifestar el deseo y después se queda a la espera, a ver lo que sucede. Sólo porque despacha una orden a las manos y a los dedos cree, o finge creer, que eso era todo cuanto se necesitaba para que el trabajo, tras unas cuantas operaciones ejecutadas con las extremidades de los brazos, apareciese hecho. Nunca ha tenido la curiosidad de preguntarse por qué razón el resultado final de esa manipulación, siempre compleja hasta en sus más simples expresiones, se asemeja tan poco a lo que había imaginado antes de dar instrucciones a las manos. Nótese que, cuando nacemos, los dedos todavía no tienen cerebros, se van formando poco a poco con el paso del tiempo y el auxilio de lo que los ojos ven. El auxilio de los ojos es importante, tanto como el auxilio de lo que es visto por ellos. Por eso lo que los dedos siempre han hecho mejor es precisamente revelar lo oculto. Lo que en el cerebro pueda ser percibido como conocimiento infuso, mágico o sobrenatural, signifique lo que signifique sobrenatural, mágico e infuso, son los dedos y sus pequeños cerebros quienes lo enseñan. Para que el cerebro de la cabeza supiese lo que era la piedra, fue necesario que los dedos la tocaran, sintiesen su aspereza, el peso y la densidad, fue necesario que se hiriesen en ella. Sólo mucho tiempo después el cerebro comprendió que de aquél pedazo de roca se podría hacer una cosa a la que se llamaría puñal y una cosa a la que llamaría ídolo. El cerebro de la cabeza anduvo toda la vida retrasado con relación a las manos, e incluso en estos tiempos, cuando parece que se ha adelantado, todavía son los dedos quienes tienen que explicar las investigaciones del tacto, el estremecimiento de la epidermis al tocar el barro, la dilaceración aguda del cincel, la mordedura del ácido en la chapa, la vibración sutil de una hoja de papel extendida, la orografía de las texturas, el entramado de las fibras, el abecedario en relieve del mundo. […] Lo que este barro esconde y muestra es el tránsito del ser en el tiempo y su paso por los espacios, las señales de los dedos, los arañazos de las uñas, las cenizas y los tizones de las hogueras apagadas, los huesos propios y ajenos, los caminos que eternamente se bifurcan y se van distanciando y perdiendo unos de los otros. Este grano que aflora a la superficie es una memoria, esta depresión, la marca que quedó de un cuerpo tumbado. El cerebro preguntó y pidió, la mano respondió e hizo.

martes, 3 de noviembre de 2009

Microrrelatos: EL AVENTURERO

El aventurero vivía en una apacible aldea, pero un día decidió dejarlo todo atrás y cambiar de vida. Salir a la aventura. Nunca se le volvió a ver.

Los que le habían conocido sintieron siempre una gran curiosidad por saber cómo le había ido, pero puestos a elegir, decidieron quedarse quietos donde estaban agarrados a lo que tenían. Por si acaso.