sábado, 16 de julio de 2011

Reseña de libros: Comencemos el 2011

Allá vamos, con unos pocos más:

THE PROFIT MACHINE

Tony Brown Sansevero



Se trata de un libro "amateur" sobre la injusticia que sufrió su autor trabajando para Siemens.

Me leí el libro porque el tipo que lo escribió, conocido, -del gimnasio-, de mi madre, se lo regaló, y dado que ella no sabe inglés me pidió que me lo leyera para contárselo y tal.

Pues bueno, lo que dice es muy interesante, el tipo este por lo visto es un crack de la gerencia y el "management", y su modo de trabajar combinaba la búsqueda de los máximos beneficios posibles pero, eso sí, pasando por considerar el capital humano lo primero. Es decir, a la empresa le va mal, vamos a ver cómo podemos incrementar beneficios sin necesidad de despedir a nadie. Y "su fórmula", a la que tiene a bien llamar "The Profit Machine", había sacado de situaciones peliagudas a más de una empresa, fábricas a punto de cerrarse que "de golpe" se vuelven tremendamente rentables, etc...

Y, sin embargo, en determinado momento de su vida, a una edad ya avanzada pero siendo todavía "joven" (creo que con unos sesenta años o quizá alguno menos), sin embargo le despiden sin darle ningún tipo de explicaciones. Él se verá obligado a superar un período de frustración, de fracaso personal, de incompresión y sensación de injusticia que le lleva a la abulia. Pero el tío es listo, y lo consigue. Y no sólo eso, decide adoptar una actitud "positiva" hacia Siemmens para, si su re-contratación es imposible, como a todas luces parece, al menos enterarse de porqué lo echaron.

Básicamente, acaba llegando a la conclusión de que lo despidieron, a fin de cuentas, por su integridad. Alguien estaba haciendo operaciones corruptas, aceptando sobornos, etc... y como este tipo, Tony Brown, es un buen tipo, un tipo íntegro, le echan no cosa vaya a desvelar nada de esas tramas. Lo "mejor" de todo, que el hombre ni siquiera tenía la más remota idea de esos asuntos antes de que le despidiesen.

En fin, con todo y con eso, la verdad que el libro está un poco fatal escrito, se hace cansino en su forma, por más que el fondo sea interesante. Lo cierto es que si no hubiera sido por el compromiso no creo que me lo hubiese terminado.

DRÁCULA

Bram Stoker



Portentoso. Tremendo. No hay película que le haga justicia.

Y es que es difícil. Por ejemplo, la narrativa: el libro está escrito como una sucesión de diarios de los distintos personajes, cartas, telegramas, noticias en el periódico...

Los personajes: definidos de manera genial desde el traumatizado Jonathan Harker, la aguerrida Mina Harker, el (sencillamente genial y cuya esencia nunca ha sido bien captada en ninguna película) profesor van Helsing, y el fascinante monstruo, el Conde Drácula, que de hecho durante casi la mitad del libro, quizá más, ni siquiera aparece. Normal que en una película, y más aún en Hollywood, no respeten esto, porque claro, una cosa es la literatura y otra el cine. Pero es una auténtica lástima, pues los personajes están muy bien definidos, siendo además distintos reflejos de las formas de ser y pensar de la época.

Su género: terror victoriano. Fácilmente se hace el trasvase a imágenes. Pero es que el libro tiene muchas más lecturas: el cambio de siglo, el cambio de modo de vida. El Conde aislado en Transilvania que quiere conocer mundo, un mundo que ya no es el suyo, un mundo cuya modernidad le abruma. El "catetismo" de las gentes sencillas y el escepticismo de los eruditos, en perpetuo conflicto, aunque para vencer al monstruo haya que reconciliar ambos modos de pensar... Mil y un temas.

Y su desarrollo. Absolutamente absorvente. Hay clásicos que sólo hace falta leerlos para comprender por qué lo son. Drácula es uno de ellos.

LO QUE SÉ DE LOS HOMBRECILLOS


Juan José Millás



Me encanta la forma de escribir de este hombre... en sus artículos. Bien es cierto que es la única ¿novela? (quizá sería mejor decir relato) suya que he leído, pero me pareció una cagarruta.

Un hombre ve hombrecillos, seres diminutos que aparecen y desaparecen a placer, y que se ponen en contacto con él. Un buen día, los hombrecillos hacen una réplica, a su tamaño, de nuestro protagonista. Y así él se desdobla en dos partes, que son una misma, que son él mismo.

Lo que comienza como una fantasía que, a base de metáforas, podría tener mucha enjundia, acaba siendo un disparate sobre sexo, excesos y crímenes que, al margen de lo llamativas que sean estas palabras, carece de interés. Lo cierto es que, a excepción de párrafos o pasajes concretos, no me gustó. Mal por Millás. Tendré que leer algo más suyo para saber si realmente es un articulista cojonudo pero un mal novelista, o si este librito es sencillamente una excepción.

TRES VIDAS DE SANTOS

Eduardo Mendoza



Tiene tres relatos, de duración variable.

En el primero, "La Ballena", un obispo sudamericano viene a la españa franquista a no recuerdo qué festividad religiosa, hospedándose en una casa humilde, la del narrador del relato. Resulta que estalla una guerra civil en su país y no puede volver a casa. Al principio su presencia resultará más bien insoportable, pero poco a poco se irá descubriendo su humanidad y se irá haciendo querer. Y es que los humanos somos sencillamente eso, humanos.

Está bien, sin que tampoco me resultase especial, como sí me lo resultó el segundo relato: El final de Dubslav. Podría decirse que todo el relato es sencillamente el preámbulo del discurso final, y dicho discurso es tremendo.

Me explico: Dubslav es un ser desconcertado, sin auténticas pasiones ni motivaciones en su vida. Su madre era una reputada investigadora científica que nunca le quiso demasiado ni le demostró cariño. Y resulta que va y se muere cuando Dubslav está de "viaje espiritual" por así decirlo, por algún país tremendamente pobre de África. El protagonista deberá volver a Europa a recoger un premio destinado su madre, y soltar el mencionado discurso.

Es una historia reflexiva y tierna. Muy bonito.

Eso sí, mi preferido fue el tercero: El malentendido. Una profesora de literatura entra a trabajar en la cárcel dando clases de ídem a los presos. Y hay uno especialmente interesado en los libros, aunque nunca antes hubiese leído ninguno. Y la profesora se dará cuenta de que el tipo tiene madera de escritor.

También muy tierno, muy reflexivo. Y, además, tolerante, comprensivo, humano. Y con una calidad literaria muy elevada. Ciertamente, Mendoza es un gran escritor, bucee en el género que bucee.


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Y eso es todo de momento, que si no luego me tiro media tarde en hacer cada reseña.
Hasta otra, coleguillas.