viernes, 25 de septiembre de 2009

Cita

De ¡Tierra, tierra!, de Sándor Márai:

"El ser humano no solamente actúa, habla, piensa y sueña a lo largo de toda su vida, sino que también calla: durante toda nuestra vida callamos sobre quienes somos, sobre ese ser que sólo nosotros conocemos y que no podemos revelar a nadie. Sin embargo, sabemos que el ser sobre quien callamos representa la verdad: ese ser somos nosotros mismos, y callamos sobre nosotros mismos.

Pero ¿por qué callamos tan ansiosos y tan rígidos? Malraux escribe en uno de sus libros [...] que el ser humano se muestra propenso a pensar, durante toda su vida, que guarda en su interior algún "gran secreto". Sin embargo, esta es una gran equivocación; el ser humano no es "el Polo Norte, lo Secreto, lo Extraño", como afirmaba Ady lamentándose, sino un puñado sucio o un montón miserable de secretos insignificantes. El ser humano intenta, durante toda su vida, salvaguardar y mantener en su interior esos secretos insignificantes con un sentimiento de devoción fervorosa, crispada y demente, sin que ello tenga sentido alguno, puesto que acabará por descubrirse - en el momento de la muerte o incluso antes - que no había ningún gran secreto. Tan sólo teníamos unos secretos insignificantes, unos residuos que habríamos podido mostrar a los demás y que no valía la pena esconder."

9 comentarios:

  1. La humanidad me parece un todo bastante irónico. Muchas veces escondemos cosas que todo el mundo ha sentido en algún momento, o que sigue sintiendo. Ocultamos lo mismo, pero no lo enseñamos porque socialmente no está bien visto. Y no lo hacemos aunque nosotros, todos, somos los que formamos aquello a lo que llaman sociedad. Nos resentimos a nosotros mismos al creer que lo que sentimos es extraño cuando lo cierto es que en el fondo todos somos igual de deprabados. O no lo sabemos o nuestra inseguridad es grande. Y si lo reconocemos somos rechazados porque los demás tienen miedo a aceptarlo, porque de hacerlo, seguro, aquellos que sienten lo mismo y no son capaces de reconocerlo le marginarán de la misma forma y por el mismo miedo: el miedo a ser señalado por personas que sienten lo mismo que señalan. Por eso señalan, para no ser rechazados por sentir algo que todos sienten.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. En esencia estoy de acuerdo, pero no creo que se trate sólo de sentimientos. Actos que no queremos compartir con nadie, comportamientos ambiciones e ideas contradictorios que apenas somos capaces de reconocer,(y aún así, aunque lo reconozcamos, muchas veces ni siquiera somos capaces de reconciliarnos con nosotros mismos, "soy un pringao, soy un idiota, qué cagada hice aquí, qué cagada hice allá" y de ahí deviene un sentimiento de culpabilidad que tampoco queremos compartir, aunque seamos conscientes de que no va a tener ninguna consecuencia negativa si lo sacamos fuera), etc. No se trata sólo de la sociedad, que, también lo creo, es pobablemente el principal motivo; sino además, por una posible vergüenza o temor de nosotros mismos. Creo que también callamos en base a o por culpa de nuestros principios e ideas, de nuestra moral, - que vale, viene impuesta por la sociedad en la que nos encontramos pero, a fin de cuentas, es nuestra propia moral personal e intransferible - y aunque nos demos cuenta de esto que expone Sándor - que no existe ningún "Gran Secreto" - no podemos evitar pensarnos y sentirnos especiales por esto o esto otro. Lo cual viene a ser otra contradicción: por un lado SABEMOS que todos los humanos somos iguales y tenemos similares virtudes y miserias; por otro, como no puede ser de otra forma, nos PENSAMOS únicos y especiales por ser yo y no otro. Por estar dentro de mi propio cuerpo y tener mi propia vida y mi propia concepción de la misma y no la de ningún otro. Y con esa contradicción juzgamos a los demás y nos juzgamos a nosotros mismos, incapaces de comprender nada acerca de los misterios que moldean, engrandecen y ensucian nuestras propias almas y las de los demás.

    Así que callamos, callamos de manera rígida, fervorosa y crispada, como dice Sándor, pero también callamos completamente desconcertados.


    ...y depravado es con V, ¡grandísimo gilipollas! (qué ganas te tenía desde tu mierda de "rebatimiento" con lo de los ateos, a ver si me siento a darte respuesta, capullín).

    =D

    ResponderEliminar
  4. Te voy a pasar un ensayo que hice hace unas semanas sobre ideologías, utopías e hipocresía, necesitaba saber alguna cosilla de tu parte (entre otros, si lo entiendes). Así que revisa tu email de hotmail porque voy a enviartelo ahora.

    ResponderEliminar
  5. empieza a gustarme cometer faltas de ortogr´fía tan horrendas. Algún día lo haré a propósito, cuando ya no las cometa nunca.

    ResponderEliminar
  6. got it. Ya te comentaré whenever I read it

    ResponderEliminar
  7. sí tardes, que te iba a enviar una full, pero me lo he tomado con más calma, he pensado un poco al respecto, y voy a darte una réplica en la que te expondré en qué estoy de acuerdo y en qué no. y te joderás y te la tendrás que leer entera.

    ResponderEliminar
  8. lo he cambiado un poco, y es probable que lo reescriba desde cero. El ensayo en sí está increiblemente reducido con respecto a sus posibilidades. De todas formas estoy bastante seguro de todo lo que digo, y dudo bastante que a lo largo de los años cambie de idea, sinceramente. Lo reescribiré esta tarde, en cuanto termine con unos textos de Marx.

    ResponderEliminar